¿Qué hacer cuando el otro hace o no hace cosas que nos molestan?
Las personas con las que nos relacionamos en cualquier forma, pueden hacer o decir cosas que nos pueden molestar. O que pueden hacernos daño. En definitiva, pueden crearnos cierto malestar.
Cuando nos ocurre una situación similar, es sano para la relación, hacerle saber a esa persona que algo nos ha molestado.
Y también; porque si no lo decimos, esa situación molesta podría repetirse. Teniendo en cuenta que los demás no son adivinos y por lo tanto, no tienen posibilidad, de saber cuáles son nuestros sentimientos ni saber si algo te ha molestado.
No atacar al otro
Lo que hacemos la mayoría de nosotros con más frecuencia es reclamarle a esa persona por lo que ha hecho mal. O mejor dicho; lo que nosotros interpretamos, desde nuestros valores usos y costumbres, lo que ha hecho mal, y por lo que estamos molestos.
Como comunicar las molestias
La mejor forma es hablar de uno mismo y no de la otra persona. Decirle cómo te sientes tú cuando hace o no hace algunas cosas en concreto.
Pedirle que con sus palabras nos cuente sobre el hecho en concreto que nos molesta
En el caso de que el relato del otro no represente lo que le hemos contado, volver a contarle y que el otro de nuevo nos cuente sobre dicha situación.
Repetir tantas veces hasta que el relato del otro represente para nosotros ese hecho que nos molesta.
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Seguidamente, puedes decirle qué hacer o no hacer para que tú no te sientas mal; o para no malinterpretar su conducta. Si lo decimos de esta manera, contribuimos a que la otra persona no se sienta atacada; y tampoco puede decirnos que eso no es cierto. Porque de quien estamos hablando es de nosotros mismos y le hemos pedido que desde sus palabras escuche sobre esa situación.
Lo más que puede hacer el otro es explicarnos por qué lo ha hecho; es probable que exista un motivo razonable. Y a partir de ahí, se haga más consciente de qué cosas nos incomodan. En realidad, estamos diciendo lo mismo; pero de manera que la otra persona no sienta que se le está atacando. Siempre será más fácil negociar así.
Recuerda que lo que te molesta en el otro es algo que no has resuelto en ti. Comunicarlo es una forma de sanar.